CFDs vs. Opciones: 6 diferencias principales

Los recién llegados al mundo del trading han acudido en masa a muchos tipos diferentes de activos financieros, aunque los derivados financieros como los CFD (contratos por diferencia) y las opciones son los más populares.

Este tipo de derivados financieros son activos que "derivan" su precio de un activo real, imitando el movimiento de su precio en un gráfico real. Sin embargo, a diferencia de los activos "reales", los derivados como los CFD y las opciones no tienen que poseerse físicamente para obtener un beneficio potencial, lo que los hace atractivos para los recién llegados.

Definiciones clave

Negociación con CFD

Los CFD son un derivado financiero que permite a los inversores especular sobre el precio futuro de un activo sin poseerlo realmente.

A diferencia de la compra/venta de un activo físico, los CFD permiten a los operadores operar en tiempo real y exponerse tanto a las subidas como a las bajadas de los mercados. Esto se debe a que los CFD permiten a los operadores abrir posiciones tanto largas como cortas sin necesidad de presentar la documentación necesaria para cada posición.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que una posición CFD te cobrará una comisión nocturna por cada noche que la posición permanezca abierta. Aunque esta comisión es pequeña, el importe puede reducir tus ganancias si mantienes tu posición durante demasiado tiempo.

Veamos un ejemplo de operación con CFDs. Depositas $400 en tu cuenta de operaciones y estás listo para abrir tu primera posición con una acción como Microsft (MSFT). Crees que debido a un nuevo producto que ofrecen, los precios de las acciones aumentarán, por lo que te gustaría abrir una posición larga con 2 acciones, prediciendo que el precio subirá. El precio por acción está actualmente en $200, pero con un apalancamiento de 1:10, puedes comprar 20 acciones en lugar de 2. Después de que el precio de la acción suba un 2% a $204, cierras la posición con un 40%, calculado con la siguiente fórmula:

En tu caso, esto se traduce en:

2 x 2 x 10 = 40% - (comisiones en las que incurrirás)

Negociación de opciones

La negociación de opciones es un tipo de derivado financiero que permite al comprador adquirir una opción, lo que le da el derecho (pero no la obligación) de comprar o vender un valor a un precio específico en una fecha determinada o antes. Las opciones tienen el factor tiempo y precio, mientras que los CFD no.

Existen dos tipos de contratos de opciones:

• Opciones de compra: conceden al comprador el derecho a comprar
• Opciones de venta: conceden al comprador el derecho a vender

A primera vista, las opciones pueden parecer mucho más complejas que los CFDs, pero un breve ejemplo te ayudará a entenderlo rápidamente. Tomemos de nuevo como ejemplo la acción MSFT, en la que inviertes $400 para comprar dos contratos por valor de 10 acciones, lo que te permite controlar acciones por valor de $2.000 con sólo $400 (de forma similar al apalancamiento en CFDs). Cuando creas tu contrato, especificas la fecha de vencimiento el 1 de febrero con una predicción de precio de al menos 204$. Así, cuando llega la fecha, tu posición se cierra, y se calcula el beneficio:

Es decir:

• 2 x 10 x 2 = 40% (menos las comisiones, que son menores que con los CFD).

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Principales diferencias entre CFD y opciones





1. Posibilidad de propiedad

Aunque ambos instrumentos financieros son derivados (lo que significa que "derivan" artificialmente su precio de un activo), la propiedad con contratos de opciones es posible.

Los operadores pueden ejercer sus derechos de propiedad bajo un contrato de opción de compra para adquirir la propiedad del activo subyacente, no sólo especular con el derivado.

Este no es el caso de los CFD, que son puramente especulativos y no pueden ser propiedad del operador.

2. Costes de negociación

Las opciones tienen una comisión de negociación mucho más baja que los CFD. Esto se debe a que los CFD tienen un diferencial más alto y una comisión nocturna, una tasa fija que se cobra al operador por cada noche que la posición permanece abierta.

Las opciones no tienen comisión nocturna y su diferencial es mucho menor, lo que las hace más rentables para los operadores.

3. Costes de financiación

Como los CFD son instrumentos apalancados, requieren que los operadores depositen un porcentaje de su posición (margen) en su correduría y, a su vez, paguen intereses sobre cualquier cantidad que quede sin pagar.

Las opciones no tienen este coste adicional, ya que no son instrumentos apalancados por defecto.

4. Complejidad

Por lo general, las opciones se consideran mucho más complejas que los CFD, ya que vienen con detalles específicos como una fecha de vencimiento, objetivos de precios, así como la opción de ejercer derechos de propiedad. Esto significa que los operadores tienen que ser conscientes de los detalles específicos del contrato con el fin de obtener un beneficio potencial de su posición.

Los CFD, en cambio, no implican condiciones especiales y pueden mantenerse durante cualquier periodo de tiempo.

5. Riesgos de pérdida

Con las opciones, los operadores están expuestos a un riesgo basado en el tiempo, lo que significa que si una opción no ha vencido a favor del operador, éste perderá dinero.

Los CFD suponen un riesgo de llamada al margen: puedes optar por depositar fondos adicionales o cerrar posiciones, cuando tu posición esté demasiado cerca del margen.

Por lo tanto, podemos calificarlos como igualmente arriesgados, pero los riesgos de los CFD pueden mitigarse más fácilmente.

6. Transparencia

Como instrumento, las opciones suelen ser más transparentes que los CFD, ya que especifican claramente la fecha de vencimiento y el precio marcado. Esto hace que sea más fácil para los operadores determinar cómo se cerrará la opción.

Con los CFD, puede haber mucha ambigüedad en torno a las condiciones de cierre de una posición.

Entonces, ¿cuál es mejor?

Los CFD ofrecen la flexibilidad de negociar en cualquier marco temporal y a cualquier precio, mientras que las opciones proporcionan una experiencia de negociación más transparente que viene acompañada de la posibilidad de derechos de propiedad.

Todo depende de las preferencias del operador, por lo que es importante sopesar los pros y los contras de cada instrumento antes de decidir cuál es el mejor para ti.

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