Operar con CFDs vs. Operar con Futuros: 5 diferencias básicas

En los últimos años, los CFD y los futuros se han convertido en formas populares de operar en una variedad de mercados y diferentes clases de instrumentos, como acciones y pares de divisas. Se trata de productos derivados cuyo precio está vinculado a un instrumento financiero real. Al tratarse de derivados, son relativamente fáciles de negociar y pueden negociarse con apalancamiento, lo que los hace atractivos para los operadores.

Aún así, son muchos los que utilizan los CFD y los futuros indistintamente, sin reconocer que existe una diferencia innata entre ellos. Entonces, ¿cuáles son las diferencias entre CFD y futuros? Sigue leyendo para averiguarlo.

Definición de negociación de CFDs

CFD es la abreviatura de contrato por diferencia, un tipo de operación con derivados que permite a los operadores especular sobre la evolución de los precios de los instrumentos subyacentes sin poseerlos realmente. Los CFD se negocian con margen, lo que significa que los operadores pueden apalancar sus posiciones para realizar operaciones más grandes de lo que podrían permitirse de otro modo. Aunque los CFD son fáciles de usar para los principiantes, uno de sus mayores inconvenientes son las comisiones nocturnas (también conocidas como comisiones swap), que se cobran por cada noche que la posición permanece abierta. Aunque estas comisiones son pequeñas (normalmente inferiores al 0,5%), pueden acumularse rápidamente.

Ejemplo de operaciones con CFD

Con una posición de CFD, un operador puede negociar el precio de 100 acciones de Microsoft (MSFT) mientras tiene capital en la cuenta para negociar el precio de sólo 1 acción. Entonces, si el precio de las acciones de Microsoft sube $1, el saldo de la cuenta para esa operación aumentará $100. Si baja $1, el saldo de la cuenta disminuirá $100.

Dado que los CFD no tienen fecha de vencimiento, el operador puede cerrar la posición cuando lo considere oportuno, pero tendrá que pagar una comisión nocturna por cada día que la posición permanezca abierta.

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Definición de la negociación de futuros

Los futuros son un tipo de contrato que compromete a su titular a comprar o vender un instrumento a un precio predeterminado en una fecha futura determinada. Como producto derivado, los futuros son algo más complejos que los CFD, ya que requieren conocer más detalles sobre el instrumento para ejecutar una orden.

Ejemplo de operaciones con futuros

Digamos, por ejemplo, que el precio de las acciones de Microsoft está cotizando a $250 por acción, y un operador hace un contrato de futuros con fecha de vencimiento en diciembre con un apalancamiento de 1:50. Si las acciones de Microsoft cotizan a $255 por acción en diciembre, el operador terminará con una ganancia de 50 X $5 = $250 (50 debido al apalancamiento y $5 por el cambio de precio). Si las acciones de Microsoft cotizan a $255 por acción en diciembre, el operador obtendrá un beneficio de 50 X $5 = $250 (50 debido al apalancamiento y $5 por el cambio de precio).

Por otro lado, si el precio de la acción baja a $245 en el momento del vencimiento, el operador experimentará una pérdida de $250.

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5 principales diferencias entre CFD y futuros

Clases de instrumentos

La primera gran diferencia entre los CFD y los futuros es la gama de clases de instrumentos que pueden utilizarse para negociar. Los contratos de futuros se utilizan sobre todo para negociar materias primas como el petróleo, el oro o el gas natural.

En cambio, los CFD se pueden utilizar para operar en una gama mucho más amplia de mercados, incluidos los pares de divisas, el precio de las acciones y los índices.

Cargos

Cuando se negocian futuros, el operador tiene que pagar una comisión cobrada por el corredor por cada operación. La cuantía de la comisión depende del corredor, pero suele ser de unos céntimos por contrato negociado.

En el caso de los CFD, los gastos están incluidos en el diferencial. El diferencial es la diferencia entre el precio de compra y el de venta de un instrumento y va a la agencia de valores como comisión. Los contratos de futuros también tienen diferenciales, pero son mucho más bajos que los de los CFD.

Fechas de vencimiento

Como ya hemos mencionado, los futuros tienen una fecha de vencimiento, lo que significa que una posición debe cerrarse antes de que expire el contrato (es decir, cuando se intercambie el instrumento). Aun así, en muchos casos, los contratos de futuros pueden prorrogarse durante otro periodo contractual, por lo que la posición no desaparece necesariamente al expirar.

En cambio, los CFD no tienen fecha de vencimiento, por lo que una posición puede mantenerse abierta todo el tiempo que desee el operador.

Períodos de mantenimiento

Los contratos de futuros se mantienen hasta su vencimiento, mientras que los CFD pueden cerrarse en cualquier momento.

Sin embargo, las posiciones en CFD tienen una comisión nocturna, que se cobra una vez al día por cada día que se mantenga la posición. Por este motivo, la mayoría de los operadores de acciones experimentados no recomiendan mantener una posición de CFD durante demasiado tiempo, ya que puede agotar rápidamente tus ganancias. Así que, como principiante, no deberías mantener una posición en CFDs durante más de una semana.

Propiedad de los instrumentos

Por último, es importante mencionar que los operadores de CFD no poseen realmente los instrumentos subyacentes. Sólo especulan con el movimiento de los precios.

Por otro lado, los operadores de futuros poseen el instrumento subyacente en caso de liquidación física. Es importante tener esto en cuenta si estás planeando utilizar futuros como herramienta de cobertura.

Tanto los CFD como los futuros son productos derivados que pueden utilizarse para especular con la evolución de los precios de los instrumentos subyacentes. Sin embargo, existen algunas diferencias clave entre ellos, como la gama de clases de instrumentos con los que pueden negociarse, los gastos que conllevan y la forma en que se liquidan. Es importante entender estas diferencias y conocer los riesgos de cada enfoque, lo que le permitirá desarrollar una estrategia fiable de mitigación de riesgos.

¿Cuál elegir?

Como principiante, la negociación a corto plazo con CFD puede ser una mejor opción, ya que las posiciones pueden cerrarse en cualquier momento, dándote la oportunidad de reaccionar en caso de que empieces a perder más de lo que puedas permitirte. Por otro lado, los futuros no tienen comisiones nocturnas y podrían ser mejores a largo plazo. No obstante, ambos enfoques tienen sus ventajas y desventajas, y con una correcta gestión del riesgo, podrás desarrollar una sólida estrategia de trading.

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